Hoy en día el término de "educación en la Sociedad de la Información" (SI), no tiene un significado único, sin embargo, es el que utilizamos para referirnos a la sociedad del futuro.
El conocimiento y el aprendizaje han quedado reducidos a las llamadas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), que centran su atención únicamente al ordenador e Internet, dando lugar a una sociedad de "conectados" y "desconectados".
Cuando hablamos de educación pensamos en el sitema escolar, el cuál, pone más importancia en la enseñanza que en el aprendizaje, pero esta cuestión no debería ser así, se debería de dar la misma o más, porque aprender no es repetir, y a veces, la enseñanza confunde estos términos.
La tecnología educativa ha ido adquiriendo un alto perfil en el campo educativo desde hace varias décadas, por ejemplo, en 1980 UNICEF adoptó el término "Tercer Canal" para referirse a todos los instrumentos disponibles y canales de información, comunicación y acción social que pueden ser usados para ayudar a transmitir los conocimientos esenciales e informar y educar a la población en asuntos sociales"; pero las esperanzas por alcanzar las metas de educación básica de este "Tercer Canal" se vieron incumplidas y el discurso de la Educación en la Sociedad de la Información se metió, entonces, de lleno en el mundo virtual.
Es por este motivo, por el que se están produciendo grandes desigualdades a la hora de que todas las personas del mundo puedan optar a la educación, porque no todos tienen los recursos para acceder a este aprendizaje, sólo una minoría puede disfrutar de una oferta educativa flexible, diversificada, individualizada, adecuada a las necesidades de grupo y con objetivos específicos.
La Educación en la Sociedad de la Información tiende a entenderse como el aprovechamiento de las TIC para fines educativo-escolares, teniendo un enfoque pasivo y reactivo frente a ellas, es decir, utilizadas como herramientas que difunden información, pero en realidad, deberían tener un enfoque activo y proactivo, donde los sujetos no fueran sólo consumidores sino también creadores de información y conocimiento.
Es importante, llegados a este punto, hacer incapié en que las TIC no se reducen al ordenador e Internet y que una mala escuela seguirá siéndolo aún teniendo estos recursos. Lo que la sociedad tendría que entender es que la S.I debería construir sociedades que aprendan, y para ello se necesitaría: la aseguración de la alfabetización universal y una formación básica mundial; promover y buscar los aprendizajes dentro y fuera del Sistema Educativo, en la educación formal, no formal e informal; aprovechar todas las herramientas y tecnologías disponibles y no sólo las TIC; enseñar a buscar y seleccionar información críticamente, desarrollar el pensamiento autónomo; defender y encarnar en su propia práctica el derecho a la educación entendida como derecho de todos/as a aprender a aprender y a aprender a lo largo de la vida.
Todos estos aspectos pueden ser difíciles de abordar pero al fin y al cabo no debemos olvidar que la SI es un proceso que está en marcha y si como decíamos al principio la SI viene anunciada como la sociedad del futuro necesitamos para él lo mejor, que se constituye y se forma con todas las cuestiones planteadas anteriormente.
La recensión está realizada sobre un texto de la autora Rosa María Torres.
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